Volver.

La mejor parte de viajar, definitivamente es volver. Porque sí, siempre nos quejamos de esto o de aquello, nos sentimos mal o perdidos o enojados, pero ese lugar sigue siendo nuestro hogar. Nuestro. Y lo querémos, porque también alberga lo bueno, lo conocido, lo que nos da alegría, como los amigos. Las calles que recorremos a diario, los locales que miramos cada vez que pasamos, esas casas que cada vez que las vemos suspiramos de lo hermosas que son y decimos que algún día podrían ser nuestras.
 Yo en lo personal, extraño mis almohadas, porque no siempre puedo llevarlas conmigo. Mi cama que es la más cómoda del mundo, mi calle, mi barrio. Me pone ansiosa estar lejos mucho tiempo. Me dan muchas ganas de volver. Pero esto no me impide querer viajar, porque hay que alejarse para querer volver.