jueves, 24 de abril de 2014

Ser o no ser

De qué hablan tus insomnios? Qué historias cuentan? Se unden en recuerdos o en fantasías futuras? Son reflexiones del día que siguen dando vueltas? 
En mi cabeza un torbellino,  series de imágenes disapres. Lo que fue, lo que fui, lo que puedo ser, lo que puede ser y lo que no. Quién controla estos pensamientos? Quién los guía? Vienen de las cosas que llevo dentro, que saltan a la luz con hasta los ,ás sutiles indicios. A veces no distingo si son ellos los que no me dejan dormir, o si soy yo con esa insistencia por retenerlos. Tal vez esa distinción no tiene sentido, porque, qué soy yo más que pensamientos? Cómo separarnos? Que son ellos sin mí? 
El flujo continuo de palabras, frases. Sensaciones. Monólogos internos, que explotan eso que quedó por decir, aquello que surgue solo de la reflexión y aquello que nunca diría en voz alta. Los ruidos de afuera que condicionan mi pensar. El ruido del viento y la autopista. Hoy se escuchan con claridad. Son como las ideas, que por momentos aparecen oscurecidas, casi inexistentes, y súbitamente reaparecen transparentes en todo su esplendor. 

 Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Qué es más digno para el espíritu, sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra océanos de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir..., dormir; no más ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y al los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir... dormir, tal vez soñar! ¡Si, ahí está el obstáculo! Pues es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevivir en ese sueño de la muerte, cuando nos hayamos liberado del torbellino de la vida. 

Fragmento de Hamlet, de William Shakespeare (450 aniversario de su nacimiento).