jueves, 8 de mayo de 2014

Y ya no te encuentro en los rincones, ya no te recuerdo. ¿Quién sos? Ya no se a quién le hablo. A un interlocutor abstracto, tal vez, a una combinación de todos mis destinatarios previos. Ya no los percibo a ninguno, no hay ninguno fijo como hubo en otros momentos. Dulce espera de un nuevo interlocutor, dulce tranquilidad y calma. A la espera de que no llegue todavía, se disfruta esta paz. A la espera de que no ocupe nadie más mis días, mis días ya están ocupados. Comunión conmigo misma, armonía. Suena lindo, se siente bien ser capaz de llegar mi espíritu yo solita. La cabeza agotada del estudio, pero feliz de que sea un estudio placentero. Palabras, conceptos, películas y obras de teatro; mis amantes de momento.
Tranquilidad metafísica.