domingo, 24 de febrero de 2013

Escribir.

Es difícil elegir sobre que escribir a veces. Hay temas que quizás están demasiado cerca nuestro y se nos dificulta como tratarlos. Tal vez tenemos miedo de decir demasiado. Miedo de que se den cuenta. Miedo de que no se queden con que es simple imaginación, y que vayan más allá. Y es verdad que en toda ficción, su autor dejan una gran parte de sí. Un autor escribió en una de sus novelas que los libros son cartas que el escritor se escribe a si mismo con cosas que no podría ver de otra manera. Me parece totalmente acertado. Uno de los problemas es qué tan dispuestos estamos a que terceros las vean, las descubran. Pero hay otro problema que a mi entender, es mayor, y es la capacidad que tengamos de despegarnos de nuestra experiencia para volcarla en una historia ficticia. Si podemos aplicar lo conocido sin mimetizarnos con el personaje, sin involucrarnos demasiado, poniendo distancia. Cuando los acontecimientos están muy cerca, eso es complicado, cuando la herida está fresca, duele. Sería un momento ideal para plasmarlo porque sería totalmente auténtico. Pero no es sencillo, es admitir que ocurre, es dejar asentado que ocurrió. Cuando no podes todavía admitirtelo a vos mismo, es improbable que lo admitas ante el papel. Se necesita tiempo, seguridad y cicatrización. Recién ahí, uno empieza a ver las cosas lo más objetivamente posible. Recién ahí, uno se plantea escribir con gusto.

lunes, 11 de febrero de 2013

Pequeños placeres:

- Ver salir las buebujitas del detergente.
- Meter los pies en la pileta.
- Sentir una brisa fresca en medio de un día de calor.
- Perfume para ropa.
- Bolsas con ropa nueva.
- Mensajes inesperados.
- Masajes.
- Besitos en el cachete.
- Caminar de la mano.
- Chocolate.

sábado, 9 de febrero de 2013

Sin título

Es tan fácil perder el control, difícil retomar el estado de equilibrio. Pero pensando detalladamente en eso, te das cuenta de que es un eterno ir y venir entre un punto y el otro. La "normalidad" es esa. Un sube y baja constante. Y es que te debe gustar ese estado, te debe divertir estar al borde, jugar con los extremos. En tu interior  aunque nadie lo note, vos te sentís un persona de grandes dilemas, de sensaciones extraordinarias, una persona interesante, distinta. Vuelve al tema del dolor como poesía. La fantasía del incorrecto, de lo extraño. La inspiración de las tragedias.