sábado, 30 de junio de 2012

Hago de tus problemas, mis problemas. Ese es el problema. Tengo que aprender a separarme, sin culparte. Distanciarme. Recién ahí, podré ayudarte. 

domingo, 24 de junio de 2012

Juegos Macabros.

Una mente enferma que no está enferma más que porque quiere estarlo. Envuelta en su propio mambo, a la expectativa de todo. Un poquito de dolor y todo se desmorona como castillo de cartas. No es capáz de aislar las sensaciones, las situaciones. Prefiere sentir mucho de todo, a nada. No soporta el sufrimiento ajeno; un poco por empatía y un poco por envidia. Está cansada de la oscuridad, quiere puro sol. Luz. Quiere paz, dentro y fuera de ella. Quiere homogeneidad. Que todos estén bien. Si no puede ser así, ella también estará mal. Estará peor. Liberará todo, por frustración, por inercia, por cansancio, por miedo. Miedo a ser hecha a un lado. Miedo a la soledad. Pero a la vez no quiere a nadie, no quiere que la sofoquen, no quiere que la saturen. Quiere eso que nunca tuvo. Y quiere el control, quiere recuperar el control. Ya no sabe bien como se siente tenerlo, como si nunca lo hubiese tenido, no lo recuerda. A veces ya no tiene fe en recuperarlo, se rinde y se deja llevar, nunca demasiado, pero siempre está al borde. A un pasito. No llega a nada. Va de una punta a la otra, y vuelve a empezar. Sube y baja constantemente. No sabe que esperar. Pero tiene esa constante idea, de que por más alto que llegue, va a terminar en el piso. Nunca logra un vuelo constante, estabilidad. Nada. Y quiere gritarlo, pero no quiere que nadie lo sepa. Y quiere contarlo, pero le dan miedo las consecuencias. Y se pregunta, hasta donde saben los que saben, y hasta donde ignoran los que ignoran. Es contradictorio que justamente por todo eso, no puede tener eso que quiere, eso que, según cree, cambiaría todo. A veces solo quiere apartarse del mundo y sufrir tranquila, otras quiere que la consuelen, otras quiere estar bien y consolar, otras quiere que todo desaparezca, y a veces, quiere desaparecer. Una mente consumida en si misma. Una mente que es su remedio y su enfermedad. Una mente que juega con lo que no se debe. Que esconde cuchillos para no lastimar. Que ya no entiende nada. Cuya percepción cambia constantemente. No puede confiar en si misma. No sabes si lo hace a propósito, para manipular, si su enfermedad consta en eso, en la necesidad. Quizás sí, quizás no. Quizás es todo una mentira. Quizás su sentir es meramente poético. Quizás lo piensa explotar al máximo, sin importar las consecuencias. Pero pensando en eso se siente mal. No quiere. No quiere ser veneno, no quiere ser enfermedad. Quiere dar asilo y ser esperanza. Es una vaivén interminable. Solo quiere parar.

sábado, 16 de junio de 2012

Poema 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mi.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada, Pablo Neruda

jueves, 7 de junio de 2012

Metáforas en todo lo que veo. Estoy más perdida...
Gritando en una caja de cristal.
Llorando bajo la lluvia.
Caminando en la oscuridad con los ojos vendados y las manos atadas.
Viajando sin mapa.
Enferma sin remedio.
Cantando sin voz.
Escuchando sin oír.
Sufriendo sin tortura.
Mirando sin ver.
Estando sin estar.
Sonriendo sin alegría.
Pensando sin poder escapar de mi cabeza.
Riendo sin sonido.
Queriendo sin querer.
Asustada.
Muriendo sin morir, un poco más cada día.
Lo bueno dura poco.

miércoles, 6 de junio de 2012

Para cortar con tanta tristeza.

Quizás Juli tenía razón, necesitaba dormir. Dormir mucho. Hoy me desperté a eso de las 12 y media, pero me quede hasta las 2 en mi cama a oscuras escuchando música. Me levanté un ratito y me volví a acostar. Estuve todo el día así. Y al principio me faltaban energías, esta en ese estado en el que suelo estar últimamente. Pero ahora, ahora estoy bien. Miré una película tapadita, todavía con el pijama, y me doy cuenta de que me siento mejor. Mucho mejor. Vi mi última entrada de ayer y sonreí porque me di cuenta de que hoy no tengo miedo. Hoy todo se siente en su lugar (dejando de lado que no tengo ganas de repasar matemática, y debería para la prueba, pero bueno). Me siento tranquila. Todo va a estar bien, y no lo digo por decirlo, ni porque es mi deseo, sino porque lo creo, puedo sentirlo. Y me pone contenta. Hacía mucho que no tenía un día de tranquilidad y pensamientos alegres. Y no es que todo eso que me hace mal diariamente haya mágicamente desaparecido, porque esas cosas están ahi, pero hoy ya no tienen una dimensión tan enorme. Veo que puedo manejarlo. Hoy no me afectan tanto. Estan ahí, como atrás de una vidriera de cristal, no pueden lastimarme. Quizás necesitaba un poquito de tiempo sola para no hacer nada y despejarme. Pero no importa qué, sino que hoy estoy bien.



O quizás fue el frío, quizás la luna...

lunes, 4 de junio de 2012