lunes, 8 de agosto de 2011

Hoy.

Hoy estuve pensando demasiado. Sí, me colgué con todas esas cosas que sé me hacen mal, no pude evitarlo. En mis problemas de autoestima (figurita repetida). En lo injusto que es que yo haya tenido que pasar por tantas cosas, mientras que ellos se quedan lo más tranquilos. En lo que me duele saber que a nadie le importa, que tantos años de mi vida en ese lugar no dejaron nada en nadie, que es como si nunca hubiese existido, que a nadie le afecta. No paré de hacer relaciones entre las diferentes situaciones de mi vida que me llevaron a ser la persona que soy hoy, con todas mis inseguridades y fortalezas; con mis ideales y malos hábitos... Todo se relaciona con todo. Y yo soy la enferma que todavía se maquina con cosas que no debería. Cosas que pasaron, que ya fueron, que perdieron importancia para le resto, o nunca la tuvieron. Yo sigo con lo mismo. No siempre obviamente, pero días como hoy. Días en los que no sé bien como es que surgieron estos pensamientos, pero se instalaron en mi cabeza.
Aún así, soy capaz de ver el lado bueno, porque con todo lo malo, también conseguí cosas buenas. Conseguí algunas cosas que me agradan de mí.
Soy una persona rara , siempre lo supe y todo el que lee este blog lo sabe. Soy fuerte por fuera, frágil por dentro, pero no es taan así. La línea entre lo frágil y lo fuerte es un poco borrosa, soy más fuerte de lo que creo y más frágil de lo que parezco en algunas ocasiones. Pero todo lo que soy, vino con la experiencia de mis cortos años de vida.
No es mucho, pero es mi vida.

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