viernes, 11 de marzo de 2011

Ciega a citas.

Tengo un maleficio: soy invisible para los hombres normales. Estoy condenada a que se fijen en mí sólo los idiotas, los desagradables, los grotescos, los chiflados, los esquizofrénicos voluntarios. Ni siquiera me dan bola los psicópatas y abusadores, que deberían hacerse un festín con una insegura como yo. Ni eso. Soy como un negocio que sólo trabaja payasos, y nada de otra línea de hombres.
[...]
Por eso sé que no va a pasar nada con Matías. No porque él sea inalcanzable. Sino porque a mí esas cosas no me pasan. Cuando voy a una fiesta, nunca soy el centro de atención de nadie. Cuando conozco a un hombre divino con mis amigas, nunca me lo quedo yo. Jamás soy la que tiene un vecino soltero que le golpea la puerta con un vino y un cd en la mano. Ni la que viaja sola a Paris, se enamora y se queda un mes paseando y comiendo baguette. Yo nunca nada. Soy siempre la actriz de reparto, la ayudante del protagonista, la que hace la línea de comedia, la amiga graciosa de la novia, la hermana del galán.


Mal de ojo, cita a ciegas       http://ciegaacitas.wordpress.com/2007/11/29/mal-de-ojo/

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